"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color" proceso creativo
"Cascada a color"
La obra irrumpe con una energía expansiva donde la materia pictórica fluye en múltiples direcciones, como si la superficie misma respirara movimiento. Los pigmentos —magenta, violeta, azul, verde y blanco— se desplazan en una secuencia de veladuras y transparencias que evocan el descenso de una cascada. La pintura se comporta como un cuerpo líquido que se desliza, se acumula y se disuelve, dejando rastros de su paso en forma de goteos y manchas suspendidas. Las capas, a veces densas y rugosas, otras etéreas y difuminadas, revelan un diálogo entre impulso y contención. En ese vaivén entre lo orgánico y lo gestual, Cascada a color se convierte en un paisaje en transformación constante: una caída de luz y pigmento que nunca termina de detenerse.
La obra irrumpe con una energía expansiva donde la materia pictórica fluye en múltiples direcciones, como si la superficie misma respirara movimiento. Los pigmentos —magenta, violeta, azul, verde y blanco— se desplazan en una secuencia de veladuras y transparencias que evocan el descenso de una cascada. La pintura se comporta como un cuerpo líquido que se desliza, se acumula y se disuelve, dejando rastros de su paso en forma de goteos y manchas suspendidas. Las capas, a veces densas y rugosas, otras etéreas y difuminadas, revelan un diálogo entre impulso y contención. En ese vaivén entre lo orgánico y lo gestual, Cascada a color se convierte en un paisaje en transformación constante: una caída de luz y pigmento que nunca termina de detenerse.